jueves, 27 de marzo de 2008
EL JUICIO
Primero pensaron que el juicio llegaría tarde. Después resultó que no tenía juicio, ni lo tendría nunca al parecer. Ahora resulta que tengo un juicio roto, rebelde, cabezota, enfermo y moribundo. Se ha intentado su rehabilitacion y estamos a la espera de resultados, aunque los expertos creen que no sobrevivirá y lo mejor será extirparlo. Y para descubrir que no soy un persona juiciosa he tenido que pagar 43 libras, pasar dos noches y varios dias retorciendome de dolor e ir dos veces al dentista. ¡Como si eso no lo supiera yo tiempo atras!
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1 comentario:
Pos vaya... mucho ánimo y besicos!
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