el jodio gato

el jodio gato

domingo, 1 de marzo de 2009

La sirena

Alucinante la noticia, es como ver uno de mis sueños de niña (y no tan niña) realizado, pero en otra persona. Y lo mejor es que esto se ha hecho en Nueva Zelanda, otra gran razón para agilizar los papeles y hacer la gran mudanza.

viernes, 9 de enero de 2009

De lo trivial a lo trascendental

Andaba yo el otro día probándome uno de esos vestidos hippies de colorines, y cortes extraños, pa que negarlo, que solía llevar hace unos años, y casualmente ese dia me había puesto dos coletitas, co lo que el look adolescente se veía bastante logrado, cuando reparé en la imagen que me devolvía el espejo y pensé para mi misma "¿a quien pretendes engañar?" Ya no soy una adolescente, me han salido arrugas, se me han ensanchado las caderas, el pecho empieza a no estar tan firme como antaño y un resfriado me deja en cama una semana, pero luego me di cuenta de que llevo una vida de adolescente: vivo con mis padres en un cuarto con una cama pequeña y lleno de posters, todo mi dinero, que no es mucho, me lo gasto en ropa, caprichos y juergas, no tengo trabajo, ni casa, ni pareja, ni planes de tenerlos.
Quizá el cambio empiece desde afuera, digo, si empiezo a vestir de un modo un poco más "formal", mas acorde con una mujer que roza la treintena, a lo mejor el resto de mi vida se empieza a volver también un poco más formal, porque no creo que aguante mucho mas viviendo en casa con papa y mama

martes, 30 de diciembre de 2008

Las cosas que nunca digo

En todos mis años de experiencia profesional no remunerada he dado muchos buenos consejos que yo misma no sigo, y si tuviera que quedarme con uno, elegir uno sólo entre todos ellos, sin duda sería eso de "di lo que sientes". Las palabras no dichas son como los besos que no damos, se quedan dentro, donde no deberían estar, y se van hinchando poco a poco, hasta que nuestro cuerpo no es suficiente para recogerlas y entonces tienen que salir si o si. Hay quien las saca en forma de rabia desatada, para ser más valiente, otros lloran y así parecen muy sensibles, algunos, los más pacientes, las van soltando poco a poco, como en un susurro, y así se difuminan y se van perdiendo. Pero yo no soy valiente, ni sensible, ni paciente, y no se que hacer con todos los anhelos y pensamientos que he ido almacenando, ni con esos besos que por vergüenza o miedo no me he atrevido a dar,ni siquiera a robar, y no puedo contarlos ni escribirlos, y no quiero gritar, ni llorar, ni dejarlos pasar, pero han crecido mucho y no me caben en el pecho, y temo que uno de estos días me rompan el corazón y no sea capaz de volver a unir los pedazos.
Y por eso escribo estas cosas, porque no sé como contar lo que en realidad pasa por mi cabecita loca.

viernes, 14 de noviembre de 2008

Las zonas ocultas de mi sensualidad

Ayer por la mañanita, bien temprano, fui a mi clase semanal de danza del vientre. La profesora estaba especialmente animada así que decidió que ya iba siendo hora de dejar atrás los pasos sencillos y dar un paso más. Hasta ahora habíamos bailado siempre con movimientos suaves y poco marcados, casi se podría decir con dulzura, incluso teníamos preparada una coreografía con velos en la que prácticamente todo estaba basado en el movimiento de hombros y brazos. Pero ayer nos transformamos, dejamos de ser lánguidas y tímidas para convertirnos en mujeres de rompe y rasga, a cara descubierta, dando amplios saltos, agitando el pecho y las caderas, contorneando la cintura, siendo coquetas, casi malvadas, sintiendo el tintineo agitado y fuera de control de las monedas del pañuelo, haciendo gala de unas curvas más que exhuberantes y de una sensualidad que estaba oculta para muchas. De hecho, el comentario que todas tenían en boca era algo así como mi marido va a alucinar cuando me vea, y la verdad que yo me estaba imaginando a una horda de maridos cincuentones recreando en su mente la pasión que sentían 30 años atras. Inevitablemente yo, en mi condición de soltera sin compañía a la vista, me imaginé bailando para mí misma frente al espejo, y la idea era seductora, pero no es lo mismo, claro.
Pero esta explosión de energía casi erótica tenía un precio, porque no se trata sólo de seguir la música sin más (lo que ya requiere bastante esfuerzo de por si) también hay que sonreir, jugar con la mirada, mover cada parte del cuerpo a su tiempo (no vale bailar con la cadera y que el pecho o los hombros también se muevan y viceversa) colocar las manos en la posición correcta y mantener la flor bien apretada para que la columna se terse y la figura se vea erguida. Movilicé zonas de mi cuerpo que estaba segura eran inseparables y no lo son, y hoy me duelen músculos que ni siquiera sabía que existían.

martes, 4 de noviembre de 2008

Soy una ilusa

Soy una ilusa, lo reconozco, a veces invento historias improbables, y aunque se que sólo existen en mi imaginación, una pequeña parte de mi conserva la esperanza y piensa ¿por que no?
Pues no porque como ya he dicho, esas cosas sólo pasan en mi imaginación, y a ver si poniéndolo por escrito me entero de una vez, y dejo de hacer tonterías "por si acaso", que un día de estos la broma me va a salir cara, no sólo económicamente hablando que eso si que es real.
Que ya no tengo edad de hacer esas chiquilladas, por dios!

sábado, 18 de octubre de 2008

Sabado lluvioso

Parece que después de dos meses me va tocando actualizar, aunque la verdad es que estoy muy vaga y hay muy poco que contar, porque los cuatro gatos contados que leis esto ya sabeis casi todo de mi. Y lo que no sabeis normalmente es porque lo guardo en secreto, asi que no es cuestión de publicarlo en internet.
Es sábado por la noche, llueve a cantaros y esa es la razón por la que hoy estoy en casa en vez de por ahi, y me vuelvo loca si que me quedo un sabado en casa. No se si me vuelvo loca siempre pero si salgo lo disimulo, o si solo me vuelvo loca si me quedo, pero de cualquier forma no me gusta. Hay un mundo ahi fuera, y yo me lo estoy perdiendo. Hay gente que esta viviendo mientras yo me limito a respirar.

martes, 19 de agosto de 2008

sueña conmigo

Sueña, sueña, sueña conmigo, escribeme luego un mensajito.
Cuando la realidad y la casualidad se mezclan surge la imaginacion